‘Más que magia, cine. Segundo de Chomón’ en el Ateneu Barcelonés
De izda. a dcha: Salvador Llopard y José Á. Guimerá
22 de mayo, a las 18:30. Ateneu
Barcelonés (Salón de actos Oriol Bohigas), Carrer de la Canuda, 6, Barcelona.
Este acto ha sido organizado mediante la
colaboración entre el Instituto de Estudios Turolenses (Diputación Provincial
de Teruel) y el Ateneu Barcelonés.
El próximo lunes, 22
de mayo, a las 18.30, el Salón Oriol Bohigas del Ateneu de la capital catalana,
albergará este homenaje a Segundo de Chomón. Se rendirá así un homenaje a este cineasta
de origen turolense y afincado gran parte de su vida en Barcelona, con el pase del
espectáculo ‘Más que magia, cine. Segundo de Chomón’, el
cual forma parte de un proyecto transmedia, que engloba tres disciplinas. Música
en directo, investigación y creación audiovisual. ¿Y qué tienen en común?:
Pues que Segundo de Chomón es el nexo de todas ellas.
Este espectáculo, que
nos invita a un viaje en el tiempo que va de los orígenes del cine hasta su
presente, ha sido posible gracias a la financiación del Instituto de
Estudios Turolenses (IET) de la Diputación de Teruel, formando parte
de las actuaciones organizadas en torno a los 150 años del nacimiento
de Segundo de Chomón en la ciudad de Teruel. Viéndose por vez primera
en la capital turolense el día 17 de octubre de 2021, día del
aniversario. Entre los distintos lugares donde se ha podido ver este
espectáculo, cabrían destacar La Academia de las Artes y las Ciencias
Cinematográficas de España, La Filmoteca de Zaragoza o los
festivales Núcleo, en Jaca y Festifal de Urrea de Gaén (Teruel).
El espectáculo, incluye
fragmentos de obras originales de Chomón, con música en directo compuesta
por Chus Fernández e interpretada por el trío Monkayo. Desde el
pase que se pudo ver en Zaragoza, gracias a la colaboración del Ayuntamiento
de Zaragoza y su filmoteca, este espectáculo incluye unos fragmentos que
fueron restaurados por Filmoteca de Zaragoza en colaboración con otras cinematecas
europeas, son Transformación de la mariposa (1904), Cascadas
de fuego (1904) o La gallina de los huevos de oro
(1905).
Hoy, estas películas pueden
parecer muy modestas, pero cuando se rodaron, a principios del siglo XX, sus
trucajes eran el equivalente a las mejores producciones de efectos especiales
de hoy en día. Se trata de tres títulos de ficción en los que Segundo de Chomón
ha sido artífice primordial, películas de principios del siglo pasado cuando el
cine comenzaba a caminar asentándose como espectáculo tras muchos intentos y
“formas de ver” antes de evolucionar a sistemas y lenguajes más desarrollados. Eran
especiales además por muchos motivos. En primer lugar, por su productora, la
casa Pathé Frères, el consorcio audiovisual de mayor envergadura en toda
la historia del cine. Hay que recordar que por aquel entonces Hollywood no era
más que un campo de naranjas, y tendría que sobrevenir la Gran Guerra para que,
a partir de 1918, los Estados Unidos se convirtieran en la primera potencia
fílmica.
También porque este
tipo de cintas eran las niñas mimadas: las más caras, las más cuidadas, las más
exhibidas. En el argot de la profesión se las conocía como Chasers, es
decir, "Cazadoras" o reclamos, porque solían proyectarse en el
exterior de los cines, para servir de gancho a los transeúntes, sorprenderlos y
animarlos a pagar la entrada que les permitiría ver el resto del espectáculo,
ya en el interior de la sala oscura. Sabemos que este procedimiento se utilizó
en París desde muy temprano. Y en Zaragoza está documentado al menos desde
1902, mediante una pantalla situada en un balcón del Coso.
Chomón fue uno de los
mejores especialistas del momento y, andando el tiempo, el más internacional.
El resultado, un primoroso trabajo, en el que destaca el coloreado manual con
anilinas aplicado fotograma a fotograma, y para el que más tarde inventaría un
sistema de estarcido mediante plantillas que facilitaban la labor, conocido
como pochoir.
Sobre ‘Más que magia,
cine. Segundo de Chomón’
Se trata de un espectáculo
que ha sido concebido y diseñado por el zaragozano Roberto Sánchez,
dirigido y producido por el turolense José Ángel Guimerá, que
además ha coescrito y codirigido el cortometraje Tren a Saturno (2021),
junto a la también zaragozana Cristina Vilches. Esta pieza,
protagonizada por Carla Guimerá y Rodrigo Moreno y rodada en las
tres provincias aragonesas, está inspirada en la obra de Segundo de Chomón y
sirve como cierre a este espectáculo en directo.
Se trata de un
conjunto de fragmentos de su obra que culmina en una reinterpretación de su
cine, mediante herramientas actuales y aplicando las técnicas que él inventó y
desarrolló. Este nuevo montaje, diferente y original, adquiere una nueva dimensión
gracias a unos músicos en directo que se mueven con agilidad en los ricos y
expresivos territorios del jazz. Piano, bajo eléctrico, sintetizador y trompeta,
son los medios que utilizan nuestros tres instrumentistas para acompañarnos en
este viaje de siete etapas: I. Viaje al subconsciente, II. La máquina del tiempo,
III. El color del dinero, IV. ¡Y la música!, V. Comedia. Slapstick, VI.
Fantasía y ciencia ficción, VI I. Tren a Saturno.
Segundo de Chomón
recreó con éxito el universo onírico, llevándonos a lo más profundo de nuestros
sueños en muchas de las escenas que concibió para sus propios trabajos y
dándole una gran profundidad a las películas de otros. Destacando, entre todas,
la maravillosa secuencia onírica de El negro que tenía el alma
blanca (1927), de Benito Perojo. Sus trucajes, maquetas e
innovaciones a la hora de utilizar la cámara cinematográfica (también en
movimiento) nos han permitido viajar, con verosimilitud, a la antigüedad
clásica reinterpretada por Giovanni Pastrone en Cabiria (1914).
Como se ha comentado,
Chomón perfeccionó de modo espectacular la aplicación del color. Muchas
películas de la Pathé se convirtieron en maravillas visuales (muy rentables y
de éxito en todas las salas de cine del mundo) gracias a sus técnicas
innovadora de coloración. Sirva como ejemplo Le roi des dollars (1905).
¿Y la música? Sí, ¡la
música!, que supo recrear en vistosos colores (aplicados, fotograma a
fotograma, con una magistral precisión). Recuerden que la música en su época, y
en directo, ya la ponían unos grandes músicos que les enseñaron el camino a
otros maestros que, ahora, hemos invitado a “repintar” con ritmos jazzísticos
los divertidos y sugerentes fotogramas concebidos por Chomón para En
avant la musique (1905) y Lección de música (1909).
Entre otros géneros,
Chomón dominó la comedia y sus variantes genéricas. Entre 1904 y 1905, realiza L´hereu
de Can Pruna, quizás una de las primeras del género en España.
Además de las
fantasmagorías, Chomón propuso algunos sueños científicos (más verosímiles que
nunca gracias al dominio técnico en el trucaje) con la visión anticipada de un
hotel electrificado para mejor servir a su clientela, adaptaciones de maestros
de la incipiente literatura de ciencia ficción como H. G. Wells o viajes
interplanetarios. Ilustran este apartado El hotel eléctrico (1908),
Le voleur invisible (1909), Una excursión incoherente
(1909) y Viaje a Júpiter (1909).
En el cortometraje, Tren a Saturno
(2021), se ofrece una reinterpretación sobria de las técnicas de Chomón
desde el presente, mediante el divertido viaje de una niña que ahora
no cruza el espejo, pero sí se transfigura, pasando de carne a papel animado y
ascendiendo a Saturno, gracias a la habilidad de sus creadores Cristina Vilches
y José Ángel Guimerá.