7 de septiembre de 2022

Crónica: Vive Zaragoza. Late Amaral

@Rock Culture.es

Por María Ruiz-Calvente

@RUIZ_ CALVENTE

Periodista y guionista

FOTOS: @JAGUI.ES (JOSÉ ÁNGEL GUIMERÁ)

Tres de septiembre. Nueve de la noche. Comienza un viaje por el corazón de Eva Amaral (IG: @evantartida) y Juan Aguirre (@soyjuanaguirre). Llegan los primeros latidos. Arranca la batería de Álex Moreno (IG: @alexmorenodrum). Suena su calidad. Y emerge del escenario la canción que dedicaron a sus amigos de Zaragoza, a “Marta, Sebas, Guille y los demás”. Zaragoza corea con fuerza “son mis amigos”, el mítico estribillo de una canción emblemática. Ya comenzamos a vibrar. Y como en todo latido, siempre suena alguno más fuerte. Y llegó pronto. Ese latido intenso y sentido se transformó en un mensaje emocionante y sincero. Un mensaje de Eva hacia Bunbury: “Ojalá no estuviéramos aquí hoy y estuviera Enrique”, sentenció con respeto una Eva muy emocionada y agradeció al festival esta magnífica oportunidad. Y continuó: “Nos acordamos de los técnicos de Bunbury y de su familia. Les mandamos a todos un abrazo y deseamos una pronta recuperación a Bunbury. Que sea feliz. Sea lo que sea lo que quiera hacer, que sea muy feliz”. A continuación, una Eva más emocionada que nunca, se llevó las manos a la cabeza, un gesto que leía su gran amistad con el líder de Héroes del Silencio.

Tras este parón, continúa el viaje por la humanidad de Amaral. Suenan los primeros acordes de “Ruido”. Y paran. Nos cuentan que se la dedican a un padre que, estando ingresado en el hospital, les dijo que cuando ponía sus canciones en el coche se sentía mejor. Un padre de una niña de seis meses con su particular historia. La magia de Amaral mejora corazones. Y Eva Amaral se vuelve a emocionar al compartir esta historia.