13 de marzo de 2010

Invictus

Continuo viendo películas en las que se demuestra que otro mundo ha sido posible, luego, quizás todavía lo sea . Es curioso que me llegue un mensaje interesante desde una película cuya trama se sitúa detrás de una selección de rugby, pues no soy aficionado a este tipo de eventos y además no tengo muy buena opinión al respecto.
Al contrario sucede con su otro trasfondo, el político. Si bien es cierto que el sentido práctico es lo que menos admiro de esa profesión, en esta peli nos cuenta una historia en la que en una sociedad como la sudafricana de los años noventa. La ilusión y la ambición por un mundo más justo se pone de manifiesto en la figura de un Nelson Mandela , él que hace uso de este deporte para algo tan positivo, como fue fomentar la unión entre razas. A mi juicio algo muy importante después de haber sido machacado por el racismo no mucho tiempo atrás. También muy distinto del uso que se le da normalmente a estos "espectáculos deportivos" con otro sentido práctico. Por eso me parece una buena película a la que le sobran unas escenas de partidos de rugby.