¿Has visto alguna vez como se mata a un cerdo?, si es así y luego has podido comer las morcillas o hacer embutidos sin ningún tipo de reparo, matar un conejo o un pequeño gato recién nacido desnucándolo. Entonces no te espantará ver esta peli. De no ser así, seguro que pasarás algún que otro ratito...
En esta ocasión Tarantino pierde a mi juicio esa fuerza narrativa de esas ya conocidas secuencias de pelis anteriores, como "Reservoir Dogs" o "Pulp Fiction", que hacen que las brutalidades nos puedan parecer menos duras mezclando en ocasiones la dureza de sus personajes pero, no por eso carentes de sensibilidad, haciendo que estos nos resulten casi siempre atractivos o graciosos. Aunque algo de esto si tiene la peli, donde más lo aprecié fue en la que me parece la mejor interpretación de todas, que es el caso de la guapa Shosanna o el despreciable Coronel Hans Landa.
Los malditos bastardos son un curioso grupo de personajes, todos judíos, claro, que se dedican a matar nazis, casi siempre un tanto ingenuos, salvo el caso del citado coronel. Qué bonito, y que placer, ¿no?
Otra historia disparatada con un final en el que se inventa una "ficticia venganza" de los judíos hacia sus verdugos. Otro posible curioso final de aquella no menos espantosa guerra.
Decir en favor de esta peli, que como siempre se ha hecho una gran elección de las canciones que escuchamos durante todo el filme, también expresiones y gestos de sus personajes no menos propios de este director y guionista, un ejemplo es esta:
"Diga auf Wiedersehen a sus huevos nazis"